Ese momento.... Sus ojos se hablaban sin pestañear palabra. La indiferencia hacia lo que les rodeaba era notablemente mayor que la curiosidad. Sus manos se tocaron sin rozarse la piel. Utilizaban el aliento a traición con el fin de estremecer. Sus pestañas se rozaron por un segundo entrelazándose en un beso y sus bocas fundidas en deseo dueñas de una respiración entrecortada. Sus manos jugaban a desabrochar todo botón que se cruzase en su camino. Ganaban las manos 5-1. Una continua discusión entre lo correcto y lo prohibido. Un cara a cara entre el amor y la lujuria. Se habían encontrado sin haberse buscado. No, no estaban echos el uno para el otro. No eran medias naranjas. Era algo distinto, algo inexplicable. Dejémoslo en medias mandarinas.
|ania|
Si señora, dejémoslo en medias mandarinas :)
ResponderEliminarMuá.
mmmmm mandarinas!!!!
ResponderEliminarMe ha venido el olor a mandarinas al ver la foto, no me preguntes por qué! jajajaja
ResponderEliminarme encanta :)
mua!