lkjhgfdsa

Tenía la mirada fija en un cartel arruado y desteñido que decía: " ¿Buscas libertad? ¿ Necesitas cumplir tus sueños? ¿Estás atrapado en las cuatro paredes de tu ciudad... bla, bla, bla. Le sacaba de quicio la forma que tenían algunos de prometer cosas imposibles, de hacer creer que todo era tan fácil. Haciendo con el cartel una pelota llena de imperfecciones la arrojó a la papelera. Canasta. Había sido mera suerte.

Los pasos que daba parecían conducirle a ninguna parte. Puede que a algún café de mala muerte, o a un parque repleto de niños felices, irritantes niños felices. Sinceramente, le daba igual. Andaba por andar, siempre lo había hecho y hoy no iba a ser una excepción.

De repente otro cartel. VUELA CON NOSOTROS... ¿ Acaso le estaban tomando el pelo? No había duda, se había levantado con el pie izquierdo. Que digo pie, con la pierna entera.

Y es que era cierto. Su ciudad le frustraba, le encerraba. Su casa cada día era más pequeña. Si por lo menos tuviera la oportunidad de volar... de viajar a sitios que nadie haya visitado...

El día se estaba poniendo feo, o eso le parecía. El viento cada vez golpeaba más fuerte su cara, y el pelo se revelaba contra cualquier tipo de peinado. Sus pasos le llevaron hasta su casa, la cual era hoy mucho más fría gris y vacía que nunca. Miró por la ventana y recordó la frase que había leído en algún insignificante lugar: Nadie es libre, hasta los pájaros viven encarcelados al cielo.

Con esto cerró la luz, se desvistió y durmió durante días... o por lo menos eso me han contado...

|ania|