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Que no es verdad que no haya tiempo para cerrar los ojos y poder volar por otros cielos. Afortunadamente sé, que no es verdad que hayamos muerto abandonados a la cruda realidad de no querernos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Después de todo...

Apagas el ordenador y te miras en el espejo. Tratas de sonreír mientras las lágrimas resbalan lentas desde los lagrimales hasta la barbilla. Finges ser una quinceañera feliz; sin ningún tipo de problema. Incluso finges ser más madura de lo que realmente alcanzas a ser. Crees que poniendo buena cara al espejo la puta realidad se va a disimular. Te tumbas en la cama y tratas de entender lo pasado en los últimos 6 meses. Todas las ilusiones creadas. Todas las noches llorando. Todas las sonrisas esbozadas. No llegas a entender el porqué no le odias. El porqué de que toda esa rabia y todo ese dolor no salgan a la luz y se dejen ver. No entiendes como de tu boca solo pueden salir palabras bonitas al hablar de él. Como te llena de ilusión pronunciar susurrando su nombre. Como al recordar todo lo vivido juntos solo puedes sonreír. Es como si en tu interior hubiera un uno contra uno entre el amor y el odio donde el amor juega con ventaja.
Al final demuestras no ser tan fuerte como la armadura de hierro que vistes. Demuestras ser una ilusa soñadora. Demuestras que a pesar de todo nunca le odiarás ; y que nunca olvidarás que hubo un día en el que te hizo volar.
Y ahora piensas en él y sonríes porque ves que le va bien. Por lo menos uno de los dos sale ganando. Pero las lágrimas de tus ojos seguirás dejando claro todo lo que para ti fue, es y será.

|ANIA|

2 comentarios:

  1. Es lo que tiene el amor, que no se entiende.

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  2. Siempre hay uno que ama más... será que sólo en las novelas gringas se ve lo contrario? Esos amores intensos donde uno queda tan cagado como el otro al terminar... aún espero vivir mi novela gringa.
    Un besote y excelente escrito, muy verdadero ;)

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